8/11/09

Quo Vadis IB3?

Cuando uno viaja al extranjero es bastante común sorprenderse por cuestiones muy aceptadas, incluso interiorizadas como naturales, por los habitantes del país de acogida. De este modo, el viajero español que se desplace a Polonia por primera vez no dará crédito a sus ojos y oídos al encender un televisor y poder disfrutar de una película o serie no polaca en versión original y con una sola voz, monocorde, traduciendo y cubriendo en parte los diálogos. ¿Se habrán vuelto locos los polacos?

Imaginemos una situación opuesta a la que acabo de relatar: un norteamericano viene a nuestro país y en el espacio de un mes recorre toda nuestra geografía. En cada una de sus etapas enciende el televisor y haciendo “zapping” descubre que no sólo tenemos dos canales públicos generalistas (más los temáticos de la TDT), sino que cada comunidad autónoma y, a veces, hasta ayuntamientos, diputaciones provinciales o consejos y cabildos insulares, disponen de uno, dos o más canales de televisión financiados con dinero público, el de todos sus contribuyentes. Nuestro americano pensará que o somos un país con ingentes recursos económicos o que nos hemos vuelto locos.

Y si en lugar de ser norteamericano nuestro visitante fuera alemán, sus comentarios irían seguramente más lejos y se vería obligado a formularnos algunas preguntas estilo ¿cómo financiáis tantos canales públicos? O ¿las cuentas de los mismos son deficitarias? Y, por fin, la que más nos dolería: ¿siendo un país receptor de fondos de cohesión, la UE no llama al orden a vuestro gobierno para que destine todos estos recursos, malgastados, en inversiones y equipamientos generadores de riqueza?


Siendo francos, ¿quién se atrevería a contestar al amigo alemán que nuestro modelo actual de una o dos TV’s públicas por autonomía es viable, económica y comercialmente, y responde a necesidades y demandas culturales e informativas? ¿Quién, a su paso por Baleares, logrará hacerle entender que IB3 TV, según los presupuestos del Gobierno de Baleares para 2010, tendrá un coste de 55.300.000 € y sólo ingresará 4.700.000 €? Y si nos atrevemos a contestarle que además de IB3 TV tenemos IB3 Ràdio, el Ens Públic de Radiotelevisió de les Illes Balears (EPRTVIB) y Multimèdia de les Illes Balears y que en total el coste asciende a 124.379.049 € con unos ingresos de sólo 6.419.049 €, estaremos reconociendo que 117.960.000 € son financiados directamente por dinero público a fondo perdido, cantidad equivalente a más de 100 € por habitante de las islas y año.

Por último, nuestro amigo alemán seguramente nos preguntará cuál es el índice de audiencia de IB3 TV. Entonces le podremos decir orgullosos que de media un 5% y con la Fórmula Uno hasta un 12%.


A título indicativo, France Télévisions, ente público con tres canales nacionales, registraba en 2008 un déficit de 100 millones de euros, menos de 2 euros por habitante.

Siguiendo con el “ejemplo francés”, en el país vecino, al igual que en el Reino Unido, Alemania o Italia, existe un impuesto audiovisual, pagadero por hogar y anualmente. En 2009 dicho impuesto asciende a 118 euros/hogar en la metrópoli (cantidad muy inferior en los territorios y departamentos de ultramar). Con este impuesto el Estado Francés financia todo lo siguiente:

· France Télévisions (FR2, FR3, FR5) 59%
· Arte-France 7%
· Radio France 18%
· Radio France International 2%
· RFO (Réseau France Outre-mer) 8%
· INA (Institut National de l’Audiovisuel) 3%
· Gastos de funcionamiento de la tasa 3%

El conjunto de entes financiados gracias a este impuesto quedan comprometidos por ley a:

· ofrecer en los horarios de mayor audiencia un mínimo de 12 tipos diferentes de programas,
· privilegiar en particular la información, el descubrimiento, los espectáculos en vivo, la cultura, los deportes, la programación regional y la dedicada a la juventud,
· apoyar a la industria y creación audiovisual y cinematográfica.

France Télévisions consigue de este modo:

· ser el primer difusor y coproductor de documentales en Francia, inclusive en “prime time”,
· ofrecer 73 ediciones diarias de informativos locales, regionales y nacionales, más 37 magazines de actualidad por semana,
· retransmitir íntegramente grandes acontecimientos deportivos (Tour de Francia, Roland Garros, Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales de Atletismo, Copa del Mundo de Rugby),
· retransmitir acontecimientos culturales de relevancia tales como festivales de verano.

Cabe preguntarse pues por qué los franceses pueden hacer tanto con 118 euros por hogar y año (más un déficit acumulado de 100 millones de euros en 2008 que representan, repito, menos de 2 euros por habitante) y nosotros, en Baleares, con más de 100 euros por habitante y año tan poco.

Algún día me atreveré a sumar los costes de RTVE y apagaré por siempre el televisor de mi casa.

Quo Vadis España?

3 comentarios:

  1. Más claro, agua. La comparación con quienes funcionan bien siempre es muy reveladora.

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  2. Hola Kiko. Te respondo aquí a tus comentarios sobre el federalismo, y lo haré hablando de nacionalismo.

    No creo que se pueda entender el nacionalismo si no es como búsqueda de privilegios (o mejor, como búsqueda de pretextos que justifiquen el privilegio. Y esto se manifiesta, en primer lugar, hacia el exterior, como reivindicación de las privilegios de una parte (una Comunidad) frente al resto basándose en una supuesta discriminación pasada (obsérvese que el privilegio al que se aspira es presente y muy real, mientras que la discriminación en que se fundamenta es pasada y frecuentemente mitológica)El Concierto Vasco o las exigencias de inversión incluidas en el nuevo Estatuto de Cataluña son buenos ejemplos de esto.

    Pero, en segundo lugar, también frente al interior se manifiesta ese mecanismo perverso de búsqueda de privilegios, que se traduce en la marginación del no 'autóctono', y que provoca la ruptura del principio, básico para la democracia, de igualdad.

    En resumen, creo que el nacionalismo es el más grave problema al que se enfrenta la democracia en España. Es, en términos de Popper, el nuevo disfraz con el que el tribalismo pretende destruir la sociedad abierta. Y desde este punto de vista creo que la pregunta que tendríamos que formularnos es esta: ¿contribuiría el federalismo a reforzar la democracia española?. Pues bien, mi opinión es que no. Por el contrario, creo que reforzaría notablemente a los nacionalismos actuales, creando espacios de desigualdad en los que amplios sectores de la poblaión quedarían cada vez más indefensos.

    Por eso, creo que ha llegado la hora de reivindicar un proceso nverso al que ha venido ocurriendo hasta ahora: la recuperación de competencias de la administración general frente a las administraciones autonómicas.

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  3. Muy buenas las comparaciones. IB3 no es una tele sino una fábrica de desplazar dinero de una parte a la otra...

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