8/3/10

Cosas que sí ofenden (en particular a la inteligencia) I

En el país de los miembros y las miembras saltan a la primera plana de la actualidad noticias sacadas de contexto o distorsionadas, mientras otras quedan silenciadas o resumidas de tal manera que acaban sobrevolando las mismas dejando de lado aspectos más trascendentales. Un buen ejemplo de ello es cuanto hemos podido ver en telediarios y leer en prensa este pasado fin de semana acerca de la conferencia de Rosa Díez, el viernes, en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona. Las imágenes de los telediarios mostraron a jóvenes en actitud de protesta y los titulares de los diferentes medios hicieron sobre todo mención al boicot que finalmente no fue tal, pues Rosa pudo dar su conferencia en otra sala. En definitiva, uno puede llegar a pensar que un grupo de chavales, algo alborotados, mostraron su contrariedad por la presencia de Rosa en “su” universidad e hicieron cuanto pudieron para complicarle su paso por la misma.

Gracias a Internet, a You Tube en particular, y sobre todo gracias a la pericia y sangre fría de un cámara que consiguió grabar cuanto sucedió en dicha universidad, quienes no nos conformamos con la versión contada, con más o menos fortuna, por los diferentes medios de este país, hemos podido ver que no se trató de un simple boicot - hecho ya de por sí grave en una democracia, máxime cuando se trata de una diputada nacional que va a hablar en un espacio de transmisión del conocimiento y de debate abierto, como se supone que es una universidad – sino de un acto violento de censura ejercido por un grupo de personas no representativas de voluntad popular o estudiantil alguna, pero eso sí, organizados y equipados con cuanto material acostumbran a exhibir los independentistas, sumándole lo último en diversión malsana de la que hacen gala los adolescentes con mentes más retorcidas: teléfonos móviles para grabar y difundir sus hazañas. Así pues tenemos energúmenos violentos – quitémosles el apelativo de radicales, que poco tienen que ver con el movimiento radical – sin representatividad alguna, pero representativos del cáncer que suponen para Cataluña treinta años de nacionalismo forzoso, actores y a la vez divulgadores del atropello que cometen contra conferenciantes, llámense Rosa Díez, Juan José Ibarretxe, José María Aznar o quien sea, contra la institución universitaria en general y contra quienes, en pleno ejercicio de su libertad, deciden escuchar una conferencia y participar con sus preguntas en ella.

Animo a cuantos estén interesados en saber más acerca de lo ocurrido el viernes en Bellaterra, lean la crónica de Carlos Martínez Gorriarán.

En uno de los vídeos resulta curioso escuchar a una joven afirmar que Rosa ha insultado a Cataluña y que por este motivo tienen órdenes de no dejarla hablar. Volvemos al debate reduccionista y truncado de victimismo de siempre: o se está con el pensamiento único o se insultan y agreden territorios. ¿No es esto último lo que más ríos de tinta provocó la semana pasada? “Rosa Díez insulta a los gallegos”. Como bien recogió Carlos Martínez Gorriarán en un artículo, la búsqueda en Google de “Rosa Díez+Galicia+Zapatero” daba 132.000 resultados y la de “Roberto Blanco Valdés”+bomba” 6.930. Afortunadas o no, las palabras de Rosa Díez recorren todo el arco del mundo mediático y político, llegando incluso todo un Presidente de la Xunta a hacer declaraciones al respecto y toda una Diputación de Pontevedra a condenar a Rosa. Curiosamente, esta misma diputación no condenó el bombazo contra la casa de Roberto Blanco Valdés. Ésta sí fue una agresión real contra todo el pueblo gallego. Suponemos que tampoco condenarán los actos bárbaros del viernes en la UAB porque, claro, ya lo adelantó el diario Público en su edición digital: “La Autónoma de Barcelona le canta las cuarenta a Rosa Díez”.

Es la España político-mediática de la doble vara de medir, de la equidistancia… El respetar las reglas de la democracia no da réditos; el amedrentamiento, la violencia, la ley del todo vale mientras me beneficie, sí. Carguemos sus bidones de gasolina, en el sentido figurado, pero también en el práctico, con subvenciones y ayudas múltiples, que ya se encargarán ellos de prender la mecha. ¿No les recuerda ningún triste episodio de la historia reciente de Europa?

Para terminar con esta primera parte de las Cosas que sí ofenden,
me quedo con una frase de un tal Alatriste, la cual recojo de un blog:

“Antes de impedir las corridas de toros en las plazas, deberían impedir los cabestros en las universidades”.

Kiko

2 comentarios:

  1. Es la España político-mediática de la doble vara de medir, de la equidistancia… El respetar las reglas de la democracia no da réditos; el amedrentamiento, la violencia, la ley del todo vale mientras me beneficie, sí. Carguemos sus bidones de gasolina, en el sentido figurado, pero también en el práctico, con subvenciones y ayudas múltiples, que ya se encargarán ellos de prender la mecha. ¿No les recuerda ningún triste episodio de la historia reciente de Europa?

    Kiko,
    No sabes las veces que a mí me han llamado exagerado (o cosas peores) por hacer ese tipo de paralelismos. Guste o no, este fenómeno históricamente tan bien documentado, tiene un nombre, aunque siempre podemos hacer como que no pasa nada y mirar hacia otro lado.

    Eso en el mejor de los casos, en el peor podemos encontar gente que uncluso lo llega a justificar. Es tremendo. Para mí es simplemente incomprensible que en España haya tanto fariseo que por una parte exige disculpas a Rosa Díez por una tontería y por otra es incapaz de rebelarse e indignarse ante sucesos como los de la UAB.

    Son cosas que producen mucho desánimo y preocupación.

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